ÉMILE ZOLA
En el Panteón de París, junto a Hugo y Dumas. Novelista naturalista: Germinal, Nana... Escribó el famosísimo artículo "¡Yo acuso!", denunciando la detención injusta del soldado Dreyfus por sus orígenes judíos.
Murió en 1902, asfixiado por el humo de una chimenea. Hay quien especula con el asesinato, porque el artículo "¡Yo acuso!" le granjeó muchos enemigos que deseaban verlo muerto.
Fue enterrado en el cementerio de Montmartre, ante un desfile de mineros que lo homenajearon por su novela Germinal. Sus muebles fueron vendidos para costear los gastos de los procesos judiciales que tenía abiertos. Entre esos muebles, su escritorio, donde habían colocado su cadáver nada más morir.
1906: Alfred Dreyfus es rehabilitado. Zola tenía razón. Zola, antes un proscrito, es ahora un héroe nacional.
1908: se decide su traslado al Panteón. El partido político Action Française se opone, y sus partidarios insultan a los familiares durante el traslado. Finalmente, se celebra el acto: ante el cadáver, los representantes del Estado, el Presidente de la República y el soldado Dreyfus.
En ese momento, suena un disparo. Alguien ha atentado contra Dreyfus, que está herido en el brazo derecho y es atendido en una consulta próxima. El pistolero fue detenido, pero salió en libertad pocos meses después.
En los sótanos del Panteón, Zola sigue siendo el muerto más incómodo.
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